La literatura es un gran juego de palabras. De eso sabe mucho Màrius Serra, el fundador de www.verbalia.com, el país de los verbíboros. Me divierte el cartel que acabo de ver en un blog, que cambia el nombre de Zapatero por el de Zetaparo. También me gustó aquel otro que, trastocando ligeramente el mensaje original, anunciaba oficialmente: «Puerto Rico para los puertorrisueños».
La hermana bastarda del calambur (que en italiano viene a significar algo así como «bromear con la pluma») y el juego intencionado ha de ser con seguridad la errata («caries de los renglones», según Neruda), que es siempre divertida salvo para el escritor que la sufre y el editor que la vislumbra. Hace poco me topé con un ejemplar maravilloso en un librito que se refería a la famosa obra de MacLuhan como «El medio es el masaje».
El sabio de la errata es Pepe Esteban. Y a ese animal probablemente autónomo y bivalvo le dedicó hace tiempo su Vituperio (y algún elogio) de la errata, en el que se recogen casos tan intensos como el de aquella e que mudó en o para ofrecer a los lectores de Arroz y tartana, de Blasco Ibáñez, un luminoso «Aquella mañana, doña Manuela se levantó con el coño fruncido».
Gonzalo Escarpa
Imagen: prensa nacional
Lectura recomendada: Vituperio (y algún elogio) de la errata. José Esteban. Renacimiento.
Link: http://www.literalia.tv/programacion/leer-os-hara-libros/edicion-10.asp
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